LII JdRL Coordinación de Catalunya – Andorra

El 24 de mayo de 2025 nos citamos para la LII Jornada de Románico Local organizada por la Coordinadora de Catalunya – Andorra. Tenemos una cita con la profesora Francesca Español a las puertas de Santa Maria de Covet para darle continuidad a la Jornada que celebramos en el Centre de Restauració de Bens Mobles de Catalunya (CRBMC), como cada año, en el mes de febrero o marzo. Este año el ciclo de talleres y escultores románicos se centró en el Maestro de Covet. Tanto la profesora Francesca Español como Emmanuel Garland dieron cuenta del estado de la cuestión respecto a la iconografía de esta emblemática iglesia. Así mismo, y como también es habitual, Pere Rovira y Elena Iglesias nos trasladaron los detalles de la restauración y conservación de la misma.

Y aquí estamos, unos meses después, para disfrutar in situ de la que es, probablemente, la mejor portada románica de Catalunya después de Ripoll. La profesora Español, hace referencia, durante su explicación a las investigaciones que llevó a cabo Joaquín Yarza, en forma de sentido homenaje. De igual manera comparte una ilustración que localizó de manera fortuita en unos archivos de Madrid y que ha servido para confirmar que las intuiciones del profesor Yarza iban por buen camino. Vemos en la portada de Covet un programa iconográfico complejo: de la arquivolta exterior, donde se refleja el mundo terrenal y el pecado (Adán y Eva, músicos y danzantes, el horóscopo Géminis…,) al tímpano en que dos ángeles sostienen una Maiestas Domini. Las otras dos arquivoltas agrupan personajes del Antiguo Testamento (Abraham, Noé, Daniel, un profeta,), la virgen Maria con el niño, y ángeles. Aún quedan algunos misterios por resolver en Covet, como el capitel derecho, cuya interpretación aún se desconoce. Habrá que seguir pensando, investigando, elucubrando, y visitando Covet una y otra vez. El interior también fascinó a nuestro grupo, por su tribuna, eco de la de la catedral de la Seu d’Urgell; por su imposta como catálogo de decoraciones romanas, … Y nos despedimos del edificio asombrados por el exotismo de sus modillones del ábside. Covet sigue siendo un edificio no muy conocido del románico catalán que ofrece un amplio catálogo escultórico conectado a la tradición tolosana y al camino de Santiago, y soluciones decorativas y arquitectónicas que nos siguen sorprendiendo y maravillando.

Proseguimos la Jornada con la visita al castillo de Llordà. La profesora Español nos ilustra con sus explicaciones sobre como eran los castillos en los siglos XI y XII. El castillo de Llordà, uno de los mejores ejemplos de su época conservados en Catalunya, fue habitado por Arnau Mir de Tost y su esposa Arsenda. Estos dos personajes notables de la nobleza catalana protagonizaron la repoblación de estas tierras y la guerra contra Al-Andalus. Desde aquí se hicieron fuertes en sus reiterados intentos de conquistar Àger, camino natural a la conquista posterior de Lleida. El castillo, una vez restaurado, cuenta con una sala noble en la que aprovechamos para descansar y disfrutar de las explicaciones de nuestra ponente. Ya de bajada recorremos los restos de la iglesia de Sant Sadurní de Llordà, que nos plantea algunas dudas respecto a una supuesta fachada de nave lateral que queda dentro de los restos del campanario. Bella muestra en ruinas de cómo eran las iglesias del S. XI y su decoración de arquillos ciegos.

Pasamos a la pausa de mediodía con el correspondiente menú que disfrutamos en el restaurante Modern de Isona. Allí retomamos fuerzas y se realizan los tradicionales sorteos de libros y merchandising de AdR.

Por la tarde nos disponemos a visitar algunas iglesias de la comarca más modestas. Ese románico rural que ha dado servicio a la espiritualidad de las gentes a lo largo de los siglos. La modestia de este románico nos impacta y sobrecoge tanto como los grandes edificios. Aprovechamos, así, nuestras Jornadas de Románico Local para poner en valor estos edificios que no entrarían en los manuales de historia del Arte, pero sí en los anales y la identidad local de nuestras comarcas. Empezamos la tarde en la iglesia de Sant Pere Màrtir de Sant Romà d’Abella del S. XI. Estamos ante uno de esos edificios que por su sencillez, simpleza y contundencia, nos emocionan. Destaca su arco triunfal ultrapasado y el friso de piedras formando pequeños triángulos que recorre su ábside por el exterior. En el interior se aprecia el fervor popular con la existencia de algunos exvotos. La profesora Español nos ilustra a partir de sus explicaciones de como se bendecía un altar y de que forma una iglesia románica se activaba a partir de su consagración.

Acabamos la parte programada de la Jornada en la bella iglesia de Sant Andreu de Biscarri, con dos fases constructivas: último tercio del S.XI y S. XIII. Ubicada en un alto, las vistas son impresionantes. Dispone la iglesia de un ábside esbelto y depurado en sus formas exteriores con los correspondientes arquillos ciegos y bandas lombardas. Recorriendo todos los recovecos, como tenemos costumbre los amigos del románico, nos introducimos en la pequeña sacristía que se ubica entre la cuenca absidal y un tabique recto. Ahí encontramos conservada la firma de un combatiente republicano que pudo estar escondido en este lugar durante la Guerra Civil. Noemí Nus, que nos ha acompañado todo el día en nombre del Museu de la Conca Dellà, y que entra por primera vez a estas iglesias, toma nota para dar cuenta al museo y a su línea de memoria histórica.


Y aquí acaba el programa oficial. Muchos de los asistentes se despiden y se emplazan a la siguiente: será en julio para visitar la comarca de El Vallespir en la Catalunya Nord.

Algunos de los asistentes, los más intrépidos, seguimos ruta fuera de programa para visitar la iglesia de Mare de Déu de la Pietat en el castillo de Orcau. Para ello, emprendemos una caminata por un sendero empinado y pedregoso que nos conduce después de unos 45 minutos a la ruina de esta iglesia que colapsó en los años 60. Es poco lo que queda en pie, pero tan evocador, con unas vistas que quitan el aliento, al lado de los restos del castillo de Orcau, y allí, a la sombra de la ventana absidal aún se aprecian los restos de una cenefa románica de pintura al fresco. Valió la pena el esfuerzo. En las reservas del MNAC se conserva una pintura de tres apóstoles que proceden de la Pietat de Orcau, una belleza de pinturas que no podemos disfrutar al estar en la reserva. Nos conformaremos, de momento con esta cenefa que nos habla de lo efímero de algunos de nuestros vestigios románicos.

Volvemos a casa, como siempre después de una Jornada de Románico Local, con el alma llena de belleza y reconfortados de románico. 

Òscar Negredo Carrillo, socio nº 1661