Crónica de la Jornada de Románico Local – Valdeolea

Hay días en los que la naturaleza parece querer sumarse a la celebración, y este 17 de mayo fue uno de ellos. El sol lucía radiante sobre los campos de Valdeolea, la temperatura era ideal y el aire, limpio y fresco, invitaba a la conversación y al descubrimiento. Así arrancó nuestra Jornada de Románico Local, organizada por la Coordinación AdR Cantabria-Asturias, que reunió a 40 entusiastas venidos desde Granada, Madrid, Asturias, Donosti y otros muchos puntos de la geografía española. Una familia románica que, como siempre, crece y se enriquece con cada encuentro y que en esta ocasión contó con una asistente especial: Milagros Marroquín, una entusiasta mujer de nada menos que 96 años, que nos sorprendió a todos con su imparable actividad, sus años de experiencia y sobre todo sus intactas ganas de aprender, conocer y disfrutar el románico. Un ejemplo de vida que conquistó el corazón de todos y cada de los asistentes.

San Juan de Mata de Hoz: Un despertar entre piedras y colores

El primer punto de encuentro fue la iglesia de San Juan Bautista de Mata de Hoz. Poco a poco, habíamos quedado a las diez de la mañana, los asistentes fueron llegando. Allí nos esperaba Patricia, de Guías de Valdeolea, a la que queremos agradecer su colaboración y disposición a ayudarnos en el acceso a los templos a pesar de estar aún fuera de temporada de visitas.

Nada más llegar, los asistentes se vieron sorprendidos por la sobriedad y elegancia de este templo del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural. Cristina Párbole, nuestra guía, nos recibió con su habitual calidez y nos animó a rodear el edificio para descubrir los detalles de su arquitectura: la nave única, el ábside semicircular y los muros de sillería, tan robustos como el paisaje que los rodea. La portada meridional, con sus arquivoltas de medio punto y capiteles decorados con motivos geométricos y vegetales, captó la atención de los más curiosos, que no dudaron en preguntar a Cristina sobre el simbolismo de los canecillos. Allí estaban, esculpidos con esmero, animales fantásticos, centauros y escenas de lucha, pequeños relatos en piedra que provocaron sonrisas y comentarios entre los asistentes, algunos boquiabiertos ante la expresividad de las figuras.Pero el verdadero asombro llegó al entrar al ábside, donde las pinturas murales góticas del siglo XV, atribuidas al "maestro de San Felices", nos esperaban como un tesoro oculto. Cristina nos explicó cómo estas escenas del Nacimiento de Jesús y la vida de San Juan Bautista, distribuidas en tres franjas horizontales y ejecutadas en un estilo gótico lineal, servían para educar y emocionar a los fieles medievales. El silencio se hizo en la iglesia, y muchos no pudieron evitar exclamar su sorpresa ante la viveza de los colores y la expresividad de las figuras. Las preguntas se sucedieron: ¿cómo se conservan así? ¿Qué técnicas se emplearon? Cristina respondió con paciencia y detalle, haciendo de la visita una auténtica lección de arte y sensibilidad.

Santa Olalla de la Loma: El drama de la Pasión en el corazón del valle

La caravana de coches se dirigió después a Santa Olalla de la Loma, donde la iglesia de Santa Eulalia se alza en un promontorio que domina el paisaje. La estructura sencilla del templo, consagrado en 1174, con su nave única y ábside rectangular, fue el primer tema de conversación. Cristina nos invitó a fijarnos en los canecillos zoomorfos y en los elementos barrocos añadidos posteriormente, como la torre y el pórtico, que contrastan con la esencia románica del edificio.Sin embargo, el momento culminante llegó al entrar en el ábside, donde las pinturas murales góticas –también del maestro de San Felices– nos sumergieron en el drama de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, así como en episodios de la vida de Santa Eulalia. Los asistentes, visiblemente emocionados, se arremolinaron en torno a Cristina, que desgranó con entusiasmo cada escena: la Última Cena, el Prendimiento, la Flagelación, la Crucifixión, la Anástasis... “¡Qué fuerza tienen estas imágenes!”, exclamó uno de los participantes, mientras otros preguntaban por la iconografía de Santiago Matamoros y San Miguel Arcángel, tan presentes en la pintura mural cántabra. El ambiente era de admiración y respeto, y no faltaron las fotos y los comentarios sobre la expresividad y el colorido de las escenas.

Santa María la Real de Las Henestrosas: Sobriedad cisterciense y panorámicas de ensueño

La mañana culminó en Santa María la Real de Las Henestrosas, uno de los templos más impresionantes de la comarca. Situada en lo alto de un cerro, su silueta domina el horizonte, y el grupo no pudo evitar detenerse unos minutos para contemplar las vistas sobre el valle, en un silencio solo roto por los clics de las cámaras. Cristina nos explicó la historia de este templo románico tardío, construido a finales del siglo XII o inicios del XIII sobre una antigua necrópolis tardorromana. Nos invitó a admirar la portada occidental, con sus arquivoltas de medio punto y columnas de capiteles esculpidos, ejemplo de la influencia cisterciense en la zona. La nave central y el ábside semicircular, de líneas puras y decoración sobria, transmiten una sensación de paz y recogimiento que caló hondo en los asistentes.“Es increíble la espiritualidad que se respira aquí”, comentó una de las participantes, mientras otros preguntaban a Cristina sobre la historia de la necrópolis y la importancia del enclave en la Edad Media. La guía, siempre generosa en sus explicaciones, supo transmitir la grandeza y el simbolismo de este lugar, haciendo que todos nos sintiéramos parte de una historia milenaria. A pesar de que los restos pictóricos góticos del ábside y presbiterio son más escasos que los que se vieron en los dos templos anteriores, no fueron pocas las muecas de admiración de los asistentes, sobre todo ante la pareja de capiteles del arco triunfal. Sin duda dos importantes piezas, quizás las de mayor calidad escultórica de las que componen la visita y en las que Crisitina degranó su amplio conocimiento sobre iconografía y escultura medieval.

Comida en el Restaurante Club Golf Nestares: Sabores, emociones y tradición

La intensa ruta matutina dio paso a un merecido descanso en el Restaurante Club Golf Nestares, donde María José y su equipo nos recibieron con una sonrisa y una mesa llena de sabores locales. El ambiente era de auténtica camaradería: risas, anécdotas y conversaciones animadas llenaron el comedor.Durante el café, llegó uno de los momentos más emotivos de la jornada: Óscar Manuel Ruiz, tras años de dedicación y entrega, cedió el testigo de la Coordinación AdR Cantabria-Asturias a Víctor González Marroquín, que se presentó oficialmente y que expuso sus ideas y proyectos para revitalizar la Coordinadora con su experiencia y empeño. Las palabras de agradecimiento, los aplausos y los abrazos pusieron de manifiesto el cariño y la admiración de todos hacia ambos. Como es tradición, hubo sorteo de regalos, que desató la ilusión y las bromas entre los asistentes, aunque en este caso, debido a un pequeño olvido, los regalos llegarán a los premiados por vía postal; y no podía faltar, como ya es tradición, el esperado recital de Augusto, que nos emocionó con uno de sus poemas, recordándonos que el arte y la palabra también son patrimonio.

San Martín de Hoyos: El poder de la piedra y la narrativa medieval

Por la tarde, la ruta continuó en San Martín de Hoyos, un templo del siglo XII que se presenta con una estructura sencilla de nave única y ábside semicircular. Cristina nos animó a fijarnos en las capillas laterales, añadidas en el siglo XIII, y en la portada sur, con sus arquivoltas decoradas con sogueado y billetes, protegidas por un pórtico posterior.En el interior, el arco triunfal apuntado se apoya en capiteles decorados con águilas, y las capillas laterales muestran escenas de distinto tipo, destacando quizás su curiosa lucha entre caballeros. Los asistentes, fascinados por la fuerza narrativa de la escultura, preguntaron a Cristina sobre los significados simbólicos de las águilas y los caballeros, y sobre la evolución arquitectónica del templo.

Asimismo, la extraña pila bautismal del templo, con un orante o danzante de ruda talla, cautivó a los asistentes, que no dudaron en fotografíar la pieza e interesarse por su extrañaiconografía. El ambiente era de auténtica curiosidad, y no faltaron los comentarios sobre la pervivencia de la iconografía medieval en la zona.

Santa María de Hoyos: Daniel entre los leones y la memoria bíblica

La siguiente parada fue la iglesia de Santa María de Hoyos, que, pese a las reformas, conserva el encanto del románico del siglo XII. Cristina nos invitó a admirar el ábside semicircular, dividido en tres paños mediante columnas adosadas, y la ventana central con capiteles vegetales, que evocan el estilo del monasterio de San Andrés de Arroyo en Palencia.En el interior, el presbiterio cubierto por una bóveda de cañón ligeramente apuntada y el ábside por una bóveda de horno, crean un espacio íntimo y recogido. Destacan los capiteles esculpidos con escenas bíblicas, como “Daniel entre los leones”, que provocó la admiración y las preguntas de los asistentes: “¿Por qué esta escena aquí? ¿Qué simboliza?”. Cristina explicó el significado de la escena, puesta en relación con el otro capitel que representa a Cristo resucitado enseñando las llagas y su importancia en la iconografía medieval, despertando aún más el interés del grupo. Se habló de las prefiguraciones, de los talleres y artesanos de estos entornos rurales y los asistentes se animaron , lo que siempre es de agradecer a entrar en el debate aportando sus opiniones.

Ermita de San Miguel de Olea: Un final entre historia y leyenda

La última visita del día fue la ermita de San Miguel de Olea, un pequeño templo del siglo XII rodeado de naturaleza. Cristina nos habló de la arquitectura sencilla, de una nave rectangular y ábside semicircular, construida en mampostería y sillería, y de la portada de doble arco apuntado, que sorprendió a muchos por su elegancia.

Aunque lo esencial de este pequeñísimo templo son sus capiteles decorados con animales y figuras a caballo,  y el relieve de Cristo crucificado, captaron la atención de todos. Se aludió al hallazgo de la ara romana en el templo, lo que provocó la admiración y las preguntas del grupo sobre la continuidad sagrada del lugar desde la época romana. El coro de madera, con una barandilla fechada en 1565, fue otro de los detalles que no pasó desapercibido.

Llamó la atención el hueco abierto en el ábside, en los aciagos días de la Guerra Civil abierto como sistema defensivo con un núcleo de ametralladora, o la curiosa campana que descansa en el interior, construida con el cuerpo de un obus vaciado.

Y entre fotos, conversaciones y risas la jornada llegaba a su fin. El grupo, ya convertido en una pequeña familia, compartió los últimos con agradecimientos y promesas de reencuentro. El ambiente era de satisfacción y gratitud por un día repleto de arte, historia y amistad.


Agradecimientos y despedida

No queremos cerrar esta crónica sin expresar nuestro más sincero agradecimiento a quienes han hecho posible esta jornada:

  • Cristina Párbole, por su saber, su pasión y su cercanía, y por estar siempre dispuesta a enseñarnos y a compartir su amabilidad con la Asociación, siendo extensible nuestro agradecimiento a todos los miembros de la Fundación Santa María la Real.
  • Patricia, de Guías de Valdeolea, por su atención y disposición en todo momento a ayudarnos en todo lo necesario y por ser parte de ese nutrido grupo de personas que apegadas a su tierra luchan contra viento y marea por que sus pueblos se mantengan activos y sus templos se mantengan en condiciones decentes y se conozcan. Desde Amigos del Románico expresarles siempre nuestro apoyo y agradecimiento.
  • María José, del Restaurante Club Golf Nestares, por su atención al detalle y su buen hacer en la organización de la comida.

Y, por supuesto, a todos los asistentes, por su entusiasmo, su curiosidad y su espíritu de camaradería. Entre todos, hemos hecho de esta jornada un día para el recuerdo, una celebración del arte, la historia y la amistad.¡Hasta la próxima, familia románica!

COORDINACIÓN ADR CANTABRIA - ASTURIAS