El sol y una muy buena temperatura nos acompañaron al grupo de la Asociación de Amigos del Románico (AdR) el sábado 14 de junio de 2025, durante la jornada organizada por San Miguel de Aralar y su románico cercano, una bella naturaleza que guarda algunas joyas del románico navarro.
Los cerca de cuarenta participantes inscritos en la Jornada se desplazaron en coches particulares y disfrutaron de unas visitas perfectamente organizadas por Fátima y Rafa, y guiados por la profesora Ana Ulargui.
Santa María de Zamarce / Zamartze, la ermita que se sitúa en los terrenos de Aracaeli, una antigua mansión romana
La jornada se inició a las 10:00 horas con la visita a la ermita de Santa María, acompañados de Jose Andrés Iza, el guía de San Miguel de Aralar que nos acompañó durante toda la mañana.
Ana y José Andrés nos fueron contando la historia de un corredor natural que unía Burdeos con Astorga donde en época romana se construye la “mansio de Aracoeli” y de la actividad que se desarrolló en el valle de Arakil, para introducirnos poco a poco en la edad media y en la edificación de Zamarce, una construcción probablemente ligada al Chantre de la Catedral de Pamplona y cuya arquitectura parece ser una obra muy influenciada por el maestro Esteban y los talleres que trabajaron en la construcción de la catedral románica de Pamplona.
Tras visitar los enterramientos que se han encontrado en las recientes excavaciones arqueológicas, pasamos al interior para ver por dentro la preciosa cabecera románica, que por desgracia nos muestra una desafortunada cubierta de losa de hormigón. En un trabajo de abstracción podemos imaginar cómo pudo ser la cubrición románica y la apertura de sus vanos hoy tapiados para darnos cuenta de estar en el interior de una de las más bellas ermitas románicas de Navarra. Una joya.
José Andrés nos comenta la influencia del monasterio de Irache en el interior de Zamarce. Y en el exterior, su preciosa portada nos vuelve a conectar con Irache y con el abocinamiento de las portadas de la catedral. La labra es fantástica.
A continuación, damos por terminada la primera visita y nos desplazamos con los coches al santuario de Aralar, y previo a su visita hacemos una parada en la cafetería.
Aralar, el bello santuario románico guardián del lignus crucis y del increíble retablo románico de esmaltes de Limoges
El punto fuerte de la jornada fue la visita al santuario de San Miguel de Aralar, una valiosa arquitectura románica cuya historia deja muchos interrogantes por resolver.
Tras contemplar la cabecera desde el exterior y hablarnos José Andrés de la rehabilitación que realizó Iñiguez y su propuesta de cimborrio totalmente nuevo en el crucero, nos invita a pensar en el pasado de esa fachada de planta poligonal que pudo haber tenido servido de cierre de una edificación del siglo IX anterior a la románica.
Una vez en el interior los guías nos cuentan la historia de su construcción. Así, se conserva una documentación que menciona una primera consagración del santuario románico en 1094. Otro documento nos habla de una segunda consagración de 1141 o 1143 y nos deja todo muy difuso en cuanto al devenir de las obras románicas que se fueron ejecutando en el santuario que hoy podemos contemplar.
A continuación, nos acercamos a la cabecera para ver la efigie relicario que contiene un fragmento del lignum crucis y el precioso retablo de esmaltes. Una vez sentado en los primeros bancos, los guías comienzan a explicarnos las tortuosas historias que han sufrido ambos elementos, pero sobre todo nos cuentan la acción de Erik el Belga y el robo del retablo en la noche del 25 al 26 de octubre de 1979.
A partir de aquí Jesús Portilla, un aficionado al románico en Navarra que ha estudiado profundamente el retablo, comienza a contarnos detalles de quienes son los personajes que componen el frontal, de la historia de sus orígenes con maestros de Pamplona y Limoges, de los materiales que componen su armazón y su revestimiento en oro, piedras preciosas y esmaltes, y de los posibles promotores de una obra de tanta calidad. Se mencionan diferentes posibles donantes: el obispo de Pamplona Pedro de París, la reina Eleonor de Aquitania… y se señalan las hipótesis más plausibles que se barajan hoy, dejando claro que no hay documentación que pueda corroborar ninguna de ellas.
Tras una interesantísima charla de nuestros contertulios, nos acercamos al retablo para poder admirar su extraordinaria y minuciosa labra, sus preciosos detalles y las huellas de las tropelías de Erik el Belga.
Una vez terminada la visita nos dirigimos en nuestros coches al restaurante de Astiz. En una terraza cubierta nos disponemos a pasar una buena comida que se sirve con diligencia, y una vez terminada seguimos ruta.
Santiago de Itsasperri, una bella ermita románica en el corazón del valle de Arakil
Ya por la tarde, comenzamos acudiendo a la bonita ermita de Itsasperri, una pequeña y curiosa iglesia románica que tuvo funciones religiosas y de juntas del valle de Arakil. En el interior nos cuenta Ana Ulargui su historia y su curiosa estructura interior formada por dos arcos a modo de refuerzo del casquete absidial y una bóveda apuntada que genera un corto presbiterio. Frente al ábside podemos ver un gran rosetón en la fachada occidental que tiene trazas ya góticas. El interior es muy austero, pero quizás esa es la belleza de Itsasperri: su sobriedad y su contenida luminosidad.
También Ana menciona el gran desplome que en el pasado sufrió la iglesia y que por ello, en un determinado momento tuvo que complementarse la fachada norte con unos grandes contrafuertes que tuvieron la función de estabilizar el conjunto. La portada de gran abocinamiento situada en la fachada sur ya era suficientemente maciza como para no necesitar colocar contrafuertes en el lado meridional. Una bella portada con triple arquivolta y chambrana muy rehabilitada, que conserva un grupo de capiteles, columnas, basas y el arco de entrada baquetonado.
La galería porticada de San Vicente de Larumbe
Terminamos la jornada con una visita a San Vicente, una iglesia gótica que conserva una portada y una portada con galería que parece construida a mediados del siglo XIII y por tanto, unos elementos que se conservaron de una iglesia anterior. Peio Esain nos ha abierto la iglesia y nos explica detalles de San Vicente, entre ellos no dice que queda pendiente de realizar una intervención arqueológica que permita saber cómo pudo ser aquella primitiva iglesia.
Pero el motivo de la visita es su galería porticada, dominada por un griupo de arquerías góticas con capiteles corridos esculpidos con escenas de la epifanía, la última cena, la Anunciación, San Pedro, etc… Un bello conjunto de capiteles con representaciones de animales y vegetales complementan las escenas, y todo el conjunto está realizado con el estilo ya gótico, pero ejecutados en la tradición románica.
Finalizamos en Larumbe la salida románica al Santuario de Aralar y su románico cercano, y nos emplazamos para la siguiente en otoño. Gracias a todos los presentes, a los guías y a los coordinadores.
Coordinación AdR Navarra-LaRioja