Autor: Esteve Garcia. Enero, 2007
Yo nací en Barcelona, en el Carrer del Roser (Calle Rosal en la época de Franco), en casa de una hermana de mi madre, muy cerca de la joya románica de Barcelona, St. Pau del Camp.
Mis padres vivían en el Barri de St. Pere, donde se encuentra la otra iglesia románica de Barcelona, St. Pere de les Puel·les, y allí viví durante 23 años, hasta que me casé.
A pesar de que me bautizaron en la Catedral (gótica) y me casé en Sta. Mª del Mar (gótica más pura), yo creo que mi nacimiento junto a St.Pau y mi juventud junto a St. Pere, han debido influir en mi afición por el románico.
Pero no me enrollo más y vamos al grano, os voy a hablar de St. Pere de les Puel·les o Puelles, lo he visto escrito en las 2 acepciones. Jo creo que la correcta es "Puel·les", en latín "muchachas", y "Puelles" es una deformación posterior.
El monasterio
Esta iglesia, la gran desconocida barcelonesa de los amantes del románico, formaba parte de un monasterio femenino fundado por el Conde Sunyer y la Condesa Riquilda durante la primera mitad del siglo X, y consagrada, según consta en el acta de consagración que se conserva en el archivo del actual monasterio, en el año 945 por el obispo de Barcelona, Guilarà.
La primera abadesa de la comunidad benedictina que se estableció se llamó Adelaida.
El convento se edificó sobre otra construcción anterior, del siglo IX dedicada a S.Sadurní. De esta construcción quedan restos del atrio en la zona próxima a la actual capilla del Santísimo (NE).
Inicialmente estaba situado fuera de la muralla, la antigua muralla romana, hasta que Jaime I hizo construir las nuevas murallas a mitad del S XIII (donde hoy se abren las actuales Rondas), quedando entonces dentro del recinto de la ciudad, adosado al baluarte de St. Pere, donde el 11 de setiembre de 1714 cayó herido el "Conseller en cap" Rafael de Casanova.
Sufrió los ataques de Almanzor y los almorávides, y hubo de ser reconstruído y consagrado de nuevo en 1147.
Del monasterio actualmente solamente queda la iglesia, muy transformada, debido a ataques, incendios y malas restauraciones sufridas.
En 1808 fue saqueado por las tropas napoleónicas.
En 1818 las monjas se refugian en el convento de la Mare de Deu del Carme de Vilafranca, hoy desaparecido (desde 1945 existe un nuevo convento a las afueras de Vilafranca).
En 1835 se destinó a presidio y en 1873 se derribó el claustro y parte de las dependencias monacales.
En 1879 se inauguró el nuevo convento benedictino en el entonces pueblo de Sarrià, desde 1921 barrio de Barcelona, y allí continúa la comunidad de monjas, en el número 55 del Carrer d'Anglí.
El claustro era de 2 pisos, uno del S XII y el otro del XIII/XIV.
Hay parte del claustro románico en el MNAC y se conservan 10 arcos góticos del S XIII en las fincas 1 y 3 del Carrer Sant Ignasi de Terrassa. También hay otros restos en una casa de St. Antoni de Vilamajor y un museo de Martorell.
La iglesia
La iglesia original era un edificio de planta de cruz griega.
En
la reforma del S XII se construyó un magnífico campanario
llamado La Torre dels Ocells (pájaros), hoy desparecido. Se conservan,
encastados en la pared junto a la puerta de entrada a la capilla del
Santísimo, 2 relieves con una cruz de la que cuelgan alfa y omega,
en una de ellas en orden inverso, que se encontraban reaprovechados
en el campanario del S XII, atribuíbles a época visigótica
o prerrománica.
Durante los siglos XIV y XV se añadieron elementos arquitectónicos góticos y en el S XVII se construyó el actual campanario, junto a la Torre dels Ocells.
En 1909, durante la Semana Trágica, la iglesia fue incendiada, y posteriormente reconstruída, con muy poca gracia, con planta basilical, de 3 naves que no llegan hasta los pies de la iglesia.
Exteriormente no queda nada de la iglesia románica, la fachada fue restaurada el año 1911 per un ignorante restaurador llamado Eduard Mercader. Solamente tiene algo de interés el portal gótico del S XV.
Los incendios no desfiguraron la iglesia, pero las funestas restauraciones sí. La parte que todavía dibuja la cruz griega con bóvedas de cañón alrededor de la cúpula del S XII, corresponde al S X y las columnas exentas de esta zona son auténticas así como sus rústicos capiteles corintios.
El ábside es del S XV disfrazado de románico, así como las ventanas de la fachada.
Vale
la pena ver las impostas con decoración geométrica y entrelazados,
con algún rostro esquemático en alguna esquina, que se
encuentran a la izquierda del presbiterio, que como ya hemos dicho,
corresponden al atrio de la iglesia de S.Sadurní, del S IX.
Resumen
Una curiosidad en pleno corazón de la gran urbe, con bonitos detalles, que podria servir de ejemplo a los restauradores actuales, de cómo NO debe restaurarse una iglesia románica.