Reseña del libro “El Arte Románico en el Alfoz de Muñó”.
Autor: Braulio Valdivielso Ausín
Se trata de un libro que condensa en no demasiadas páginas, poco mas de 200, las características esenciales de los edificios románicos de una comarca burgalesa denominada el Alfoz de Muñó.
Para orientación del lector, el autor, Braulio Valdivielso Ausin, comienza su obra definiendo histórica y geográficamente la comarca objeto de su recorrido en busca de ejemplos de construcción de estilo románico, tan abundante en esta comarca.
En esta introducción el viajero amante del románico encontrará una inestimable ayuda en su recorrido por cualquiera de las rutas que se describen.
Castellanía ortodoxa y burgalesismo son dos características que definen la personalidad de Braulio Valdivielso, según afirma en su interesante prólogo Fray Valentín de la Cruz, cronista oficial de la provincia de Burgos, quien -dice- "ha medido a palmos su terruño de Muñó y ha escudriñado sus rincones y hasta ha contado las estrellas que proyectan sus luces a los sembrados y viñedos del histórico y generoso Alfoz".
Esta obra tiene su antecedente en otro libro del mismo autor titulado "Rutas del románico en la provincia de Burgos", una de las cuales se refería a la comarca del Alfoz de Muñó.
Encontramos otro antecedente en otra obra del mismo autor "El Alfoz de Muñó: una comarca surgida en la época de la Repoblación ", donde Braulio Valdivielso nos traslada a la época alto medieval y describe la fundación del Alfoz y sus vicisitudes históricas alrededor del año 912.
La obra se articula en cinco capítulos, ocupando el primero una introducción en la que se define geográfica e históricamente la comarca de Muñó y se mencionan algunas consideraciones sobre el estilo románico y su marco histórico y donde ya empiezan a aparecer alusiones a una debilidad que nuestro autor siente hacia uno de los elementos litúrgicos de este estilo: las pilas bautismales.
En los siguientes cuatro capítulos ya se describen los templos románicos de forma pormenorizada, agrupados en zonas distintas, una cada capítulo, hasta un total de 27 poblaciones diferentes, formula que facilita enormemente el estudio del románico en la comarca y, en su momento, se convierte en una verdadera guía para el viajero interesado en conocer total o parcialmente el arte románico en el Alfoz de Muñó.
El condado de Castilla estuvo dividido para su mejor gobierno en 39 distritos o alfoces, siendo el Alfoz de Muñó uno de los más extensos del territorio burgalés , de cuya formación existe abundante documentación que nuestro autor ha estudiado en profundidad y menciona en sus obras pormenorizadamente. En torno a la fortaleza fundada por Muño Núñez en el entorno del río Arlanzón, el Castillo de Muñó, se repobló la Villa de Muñó, siendo esta Villa cabecera de la comarca y residencia del conde durante un tiempo en el que el régimen jurídico del Alfoz corría a cargo del "tenente" del castillo.
La ciudad de Muñó llegó a tener sede episcopal antes que la ciudad de Burgos, llegando a ser cabecera del Alfoz y posteriormente el centro de la Merindad del mismo nombre, afirma nuestro autor Braulio Valdivielso.
En esta introducción se incluyen apuntes sobre el estilo románico, muy útiles para aquellos que se introducen en el estudio de este arte por primera vez y deciden hacerlo, acertadamente, recorriendo alguna de las rutas que el libro sugiere. Una inestimable ayuda para interpretar las claves del arte románico en general y de la comarca del Alfoz de Muñó en particular, para los que se inician y también para los aficionados con más experiencia en la contemplación de estos monumentos.
La casi totalidad de los edificios románicos que nos vamos a encontrar corresponden a la etapa más tardía de este estilo, el llamado "tardorrománico", que corresponde al último tercio del siglo XII y principios del XIII , estilo de transición que ya empieza a estar contaminado por algunas peculiaridades góticas, según iremos descubriendo en la lectura o en la visita de esta comarca.
Una interesante aportación en esta introducción es la que el autor denomina marco histórico de nuestro arte románico. De forma breve, casi esquemática , describe cómo se van construyendo los templos desde la época de repoblación para atender las necesidades de culto que exigía la liturgia hispana y que seguían los modelos visigodos o mozárabes y de los cuales no nos queda ni un solo ejemplo en la comarca. El impulso, ya en 1037, que el rey Fernando I y su esposa Doña Sancha dan al estilo románico y a la Reconquista, continuado por su hijo Alfonso VI, bajo cuyo reinado se abandonaría la liturgia hispana para imponerse la liturgia romana, tiene como consecuencia la aparición del estilo románico o románico pleno.
Doña Urraca , su hija, y, sobretodo, Alfonso VII, su nieto, siguieron impulsando la construcción de templos románicos y bajo sus auspicios se construyeron las más grandes iglesias y monasterios de la comarca.
Pero hay que llegar al reinado de Alfonso VIII, después de Sancho III, para que bajo su extenso mandato proliferen los edificios tardorrománicos de los que hoy sí encontramos ejemplos múltiples en nuestro recorrido por esta comarca del Alfoz de Muño, objeto del trabajo de esta obra.
El autor analiza a continuación las causas por las que el arte románico empieza a interesar de forma muy viva a la sociedad actual, la cual "se siente atraída por el románico muy por encima de lo que experimenta por otras corrientes artísticas; pero hay mas, es posible que sea respetada, tanto como el arte, la misma sociedad medieval que lo suscitó".
Pero a Braulio Valdivielso se le escapan los motivos que justifican el hecho innegable del interés actual por el arte románico. Cita a García Guinea cuando dice: " el hombre moderno ha encontrado en el arte románico un motivo de reflexión en un mundo irreflexivo".
Descubrimos enseguida la gran debilidad de Braulio: las pilas bautismales. Quizá porque en las iglesias de esta comarca apenas se conserva nada de su amueblamiento, pinturas, sepulcros, altares, imágenes o vasos sagrados. O quizá porque el conjunto de pilas bautismales conservadas constituyen la mejor colección que existe en tierra burgalesa e incluso en todo Castilla-León tanto por su cantidad como por su calidad. De ello nos irá dando muestras a lo largo de la descripción de cada una de las iglesias y podremos disfrutar de una verdadera muestra fotográfica de las mismas a lo largo de las páginas del libro. Iremos viendo la variada forma y ornamentación de estas pilas, hoy situadas en lugares preferentes en los templos para mejor lucimiento de estas verdaderas obras artísticas que presentan a veces verdaderos programas iconográficos.
Unas consideraciones sobre el estilo cisterciense , protogótico o tardorrománico , de su arquitectura y entorno histórico, nos sitúa en el verdadero estilo de las iglesias que vamos a poder contemplar en esta comarca y que a continuación, de forma exhaustiva y detallada nuestro autor va a ir describiendo a lo largo de los siguientes capítulos de esta obra que, a partir de ahora, se convierte en una verdadera guía, un complemento imprescindible para recorrer los caminos que nos irán mostrando tantos maravillosos ejemplos de arte tardorrománico .
En los siguientes cuatro capítulos se agrupan las 27 iglesias que forman este conjunto monumental tan singular. Para su descripción y, porqué no, para un eventual recorrido por la comarca, se distinguen cuatro zonas bien diferenciadas. El río Arlanzón hace de frontera entre las dos primeras que se sitúan en las márgenes derecha e izquierda del mismo, y se describen en los capítulos II y III. El capítulo IV nos acerca a la llamada por Braulio Centro geográfico de la comarca y el V se refiere a los monumentos ubicados en el sector oriental.
La descripción de cada una de las iglesias sigue un mismo método que hace mas compresible la interpretación del monumento. Un apunte histórico previo a la descripción del templo nos sitúa en el contexto de su edificación. Una visita exterior, seguida de otra al interior y de la descripción de los elementos ornamentales, entre los cuales las pilas bautismales constituyen el objeto más preciado por Braulio Valdivielso, es la pauta que se sigue en todas y cada una de las descripciones. Una lectura sistematizada y ordenada y nos produce la impresión de que nada quedará en el olvido.
Antes de interesarnos por el templo en cuestión se nos ofrece la información geográfica e histórica de la población en el que está ubicado, por lo que, al tiempo, esta guía de arte románico es también una guía geográfica de la comarca.
Cada una de las iglesias merecería un comentario individualizado, pero no es lo oportuno en lo que pretende ser una reseña del libro únicamente.
Multitud de magnificas fotografías del mismo autor ilustran la descripción de los monumentos y de las pilas bautismales, lo cual convierte a esta obra también en un maravilloso catálogo del arte atesorado en el Alfoz de Muñó.
Finalmente un práctico glosario facilitará la interpretación de algunos conceptos expresados a lo largo de la obra, lo que, en un momento dado, el lector va a agradecer sin duda.
En definitiva, nuestro amigo Braulio Valdivielso, creemos que ha escrito un tratado en profundidad de las iglesias de la comarca burgalesa de la que es oriundo, pero no va a poder evitar que para muchos se convierta en un compañero de viaje imprescindible cuando quiera recorrer, en busca de este tan singular románico, la comarca del Alfoz de Muño y la convierta en la mejor guía posible.
ISBN 978-84-606-5258-8
Deposito legal: BU-93-2011
Apuntes bibliográficos:
Braulio Valdivielso Ausín, profesor, investigador e historiador, es autor de otras muchas obras, además de las citadas, y un estudioso del Camino de Santiago sobre el que ha escrito “El Camino de Santiago: San Juan de Ortega” (1985)”Burgos en el Camino de Santiago” (1992),”Aventura y muerte en el Camino de Santiago” (1999) y a participado en numerosos congresos como ponente y escrito artículos notables como en el número 3 de la revista ROMÁNICO : San Juan de Ortega, capitel románico.
Por José Luis Beltrán Sanjuán