Tras el contrastado comienzo de la primavera que retornó, casi sin avisar, a temperaturas y precipitaciones propias del invierno, esperábamos que Alcalá nos acogiera con amabilidad y nos obsequiara con ambiente primaveral, como así fue. De este modo puso las condiciones para unas jornadas exitosas.

La cena de encuentro en el restaurante "La casa vieja" nos permitió recuperarnos del cansancio del viaje y el reencuentro con caras conocidas con las que intercambiar noticias novedosas. Cena tranquila y agradable no exenta de pequeños problemas de intendencia ya que la empresa de restauración, ferviente defensora del vino tinto, se resistió a servir vino blanco, que fue escanciado con cuentagotas a los comensales que lo solicitaron. Como persona prudente y tranquila que soy no denunciaré a la empresa por prácticas discriminatorias por el color.

La buena temperatura de la noche dio ocasión a terminar la velada con la ingesta de algún combinado que otro en una terraza de la calle mayor. ¿Hay mejor manera de terminar la jornada? Creo que no pero no puedo responder por todos.

El sábado, con la entrada del mes de abril, era el día central de las actividades, mitad lúdicas, mitad institucionales. El día se presentaba propicio, sol y buena temperatura, invitaban a disfrutar de las visitas. Fue una jornada de inmersión en el escasamente conocido románico madrileño con explicaciones del versado profesor y autor de la obra "El románico en Madrid" don F. J. Ignacio López de Silanes. El recorrido artístico comenzó con las visitas a los templos de San Martín Obispo en Valdilecha y de Nuestra Señora de la Asunción en Pezuela de las Torres.

En la documentación recibida sobre la asamblea y las visitas complementarias nos advirtieron de que la riqueza artística de Alcalá no debería eclipsar la de los templos románicos que visitaríamos. Advertencia baldía, no puedo obviar cierta sensación de decepción con los mismos; a estas alturas de la vida y de los años de existencia de la asociación nos hemos extasiado con auténticas maravillas del estilo románico, y quieras que no, resulta imposible no establecer comparaciones, sin restar ni un ápice de interés a las realizaciones románicas madrileñas. Incidiré en ello manifestando que es bueno conocer las variadas manifestaciones del movimiento románico que contribuyen a enriquecer nuestro acervo cultural, en este caso mediante la aproximación a lo que debió ser el románico madrileño.

La Iglesia de San Martín Obispo en Valdilecha sería la primera aproximación al románico madrileño. Nos mostró algunas de las características del románico madrileño: fábrica de mampostería y ladrillo, pérdidas de elementos por reformas de los templos en épocas posteriores que reducen lo auténticamente románico, escasez de pintura mural y otras más que pueden estudiarse en la extensa bibliografía existente. En cuanto a la pintura mural la iglesia de San Martín es una excepción porque conserva parte de los frescos originales en el interior del ábside, donde una vez más se repite la temática de Cristo Pantocrátor rodeado del Tetramorfos.

Me llamó la atención el contraste de materiales entre el exterior del ábside con predominio de la piedra acompañada del ladrillo en las jambas y en los arcos de las saeteras mientras el interior del ábside y el anteábside están levantados en ladrillo.


Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Pezuela de las TorresSe trata de un edificio de planta basilical con tres naves, con ábside semicircular en la cabecera y torre adosada en el ala  norte; la fábrica es de mampostería y ladrillo. A diferencia de San Martín de Valdilecha el ábside está construido predominantemente de mampostería. Otra diferencia notoria con los demás templos visitados es el pórtico que presenta en el costado meridional, levantado en época posterior; sin embargo se ha conservado la portada de acceso septentrional. En el interior observamos la presencia de diversos elementos edificados en ladrillo. 

Las visitas anteriores nos abrieron el apetito que pudimos calmar previamente a las asambleas vespertinas. A las 17:00 comenzó la Asamblea ordinaria, de acuerdo con el orden previsto se procedió a la lectura y aprobación por unanimidad del acta de la sesión anterior.

Seguidamente se informó sobre la gestión de la asociación que hizo hincapié en la labor “SOS Románico, destacando la labor de protección de monumentos: San Isidoro de Ávila, en el parque del Retiro de Madrid; Rabanal del Camino, en León; Saint Sernin, en Toulouse; Iglesia de Santiago, en Sigüenza; y San Clemente de Huidobro, en Burgos.

A continuación se hace balance de diferentes actividades realizadas a lo largo del año: fines de semana románicos, cincuenta y dos conferencias y se destaca una actividad novedosa “ Jornada de Jóvenes Investigadores del Románico” creada como acercamiento a la Universidad, germen de nuevos investigadores y, por qué no, semillero de nuevos socios.

Seguidamente se realiza un recorrido por otras actividades: Jornadas de románico local, presentación de los números anuales de la revista Románico, dificultades para el crecimiento de la tirada de la revista y actualización de la página web.

Don Jesús Ribate informa de la creación de un programa informático para que cualquier socio, debidamente acreditado, pueda colaborar aportando fichas de edificios románicos. Así mismo, comunica la existencia de dos proyectos que facilitarán el acceso a la información de Amigos del Románico, una aplicación para móviles y una actualización de enlaces informáticos.

En el balance de altas y bajas de socios, el año 2016 ha tenido 106 bajas, cifra más alta de lo habitual.

El secretario Rafael Muñoz presenta el informe económico y la gestión de la Junta Directiva que sometido a votación es aprobado por unanimidad. En cuestión de economía se abre debate sobre el presupuesto de la asociación y se barajan opciones de cómo aumentar los ingresos para mejorar la situación financiera. Se votan dos opciones:

                a) Dar un margen de maniobra a la Junta para subir los precios de los FSR, en caso necesario. Es aprobada por unanimidad.

                b) Subida de la cuota de socios de 45 a 50€. Es aprobada por mayoría con un voto en contra.

A continuación se recuerda a los socios fallecidos durante el año 2016 y se guarda en memoria de ellos un minuto de silencio.

A propuesta de la Junta directiva se nombra socio de honor de AdR a Antonio García Omedes.

Para finalizar la asamblea agradece la labor realizada por Miguel Ángel Baños y Carlos Moreno, miembros salientes de la Junta directiva, a los que se impone el crismón nominalizado por su dedicación a la Junta.

Comienza la asamblea extraordinaria con la inclusión de la Revista y la figura del coordinador local en los estatutos tal y como figuraba en la nota informativa remitida a los socios. Queda aprobada por unanimidad.

Seguidamente se postula la única candidatura para sustituir a la Junta directiva actual, que se presenta a la reelección con la incorporación de los socios Rafael Mozún, Mikel Unanue y Carlos Bouso.

Confirmada la nueva Junta, el presidente hace una declaración de intenciones para la nueva etapa que se abre y que redunda en los objetivos institucionales de Amigos del Románico: Divulgación, conservación y conocimiento. Declaración que da cierre a la asamblea extraordinaria.

La mañana del domingo nos reservaba la visita a dos templos del románico madrileño en Camarma de Esteruelas y Talamanca de Jarama, explicados y amenizados por el profesor F.J. Ignacio López de Silanes.

La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol en Camarma de Esteruelas fue edificada en ladrillo probablemente a mediados del siglo XIII, sufriendo posteriores modificaciones. Destacaremos su cabecera románico-mudéjar con una interesante decoración geométrica de arquerías ciegas, y el interior del ábside con pintura mural al fresco con el repetido tema de Cristo en majestad, inscrito en una mandorla y rodeado del Tetramorfos. 

San Juan Bautista en Talamanca de Jarama, templo construido en el siglo XIII, es la “joya de las visitas” por su singularidad dentro del románico madrileño ya que su ábside está construido en piedra frente a los habituales edificados con ladrillos. Es el único espacio románico original que conserva. Merece la pena destacar la decoración escultórica de los capiteles y el grupo de canecillos que aparecen bajo la cornisa del ábside. 

Al interior, el ábside fragmentado en paños por columnas adosadas y la presencia del arco apuntado nos indican la proximidad del nuevo estilo gótico.

Para finalizar el tour románico, en la misma localidad de Talamanca de Jarama, pudimos contemplar el Ábside de los Milagros, mientras disfrutábamos de una estupenda mañana al aire libre. 

Este ábside también conocido como “Morabito” formó parte de una iglesia románico-mudéjar construida en el siglo XIII. Por los materiales utilizados, predomina el ladrillo, y por la decoración a base de tres bandas de arcos ciegos estructuradas en tres pisos. Esta decoración con variantes y particularidades nos recuerda al ábside de San Pedro Apóstol de Camarma de Esteruelas, el primero de los templos visitado en este domingo de abril.

Con el Morabito dimos por concluidas las jornadas y dieron comienzo las despedidas hasta un próximo encuentro. Algunos asistentes prolongaron el encuentro disfrutando de los placeres de la mesa en el Restaurante-Asador Casa Plácido.

 

Jesús Fresán Miqueleiz