Por Benito Aguiar Mateos                

El fin de semana se presentaba oscuro. Todos los pronósticos así lo anunciaban. Nubes, frío, lluvia, nieve. Un fin de semana para las asambleas de Amigos del Románico. En Santo Domingo de la Calzada el sábado por la tarde.

Todos los socios estábamos convocados a las mismas, pero desde el viernes por la tarde-noche comenzaron una serie de actos que completaban el momento decisivo y daban, a este momento de encuentro, más un aspecto de FSR que de momento puntual para la decisión y el debate.     

Según programa enviado a todos los miembros, los actos comenzaban el sábado por la mañana con la visita a una serie de iglesias de La Rioja. Pero como aperitivo a ésta, para los que pudimos estar el viernes, asistimos a una charla coloquio sobre el románico en dicha comunidad y a la presentación de los tomos dedicados a La Rioja de la Enciclopedia del Románico. Después de la misma comenzamos a encontrarnos los socios, con las presentaciones y los reencuentros, las anécdotas y las sabidurías de cada uno.            

El sábado a las diez en punto, la puntualidad es gala de los AdR, nos concentramos los que íbamos a la visita de las iglesias propuestas y nos fuimos, repartiéndonos para llevar los menos coches posibles, a la primera estación del viaje, Villaseca. Tanto en ésta como en las posteriores de Tirgo y Ochánduri pudimos contemplar el tardo-románico de La Rioja. Visitas bajo la lluvia en las que aparte de contemplar estructuras, canecillos, capiteles y algún retablo gótico que tapaba el interior del ábside románico, pudimos satisfacer el interés de muchos por la fotografía y el diálogo por el estilo y las dificultades de interpretación de alguno de los elementos. Mención a parte la contemplación del paisaje que rodea, en la mayoría de los casos, a los monumentos románicos que siempre colabora a la belleza de los mismos.      

La conferencia de Carlos Sastre, valorada por todos, fue esclarecedora en la relación existente entre los modelos en el románico orensano. Con ejemplos de esta relación, fue introduciéndonos en las 'distintas manos' que fueron construyendo el Románico en Orense y en la dependencia entre maestro y discípulo y entre éstos y otros modelos. Una gozada que nos dió claves de interpretación y ganas de seguir profundizando.      

Seguidamente, en la comida, aprovechamos para entablar conversaciones de diversa índole y para poder conocer a Amigos llegados de todas partes de España y hasta de Francia. 

Con un poco de retraso comenzó la primera de las asambleas convocadas. Tras la introducción de Jaime Cobreros, como presidente, distintos vocales dieron cuenta de la gestión y del presupuesto del año 2008, así como de la propuesta de presupuesto para el año 2009. Tras estas intervenciones y antes de la votación de aprobación, se dió la palabra a los tres miembros de la Junta dimitidos. Ellos expusieron sus razones y se estableció un diálogo con la Junta. Los allí reunidos pudieron a su vez expresar su opinión y con toda esta información se pasó a la votación, en primer lugar de la gestión, luego del cierre de cuentas del ejercicio pasado y del presupuesto para este año. Los tres elementos fueron aprobados por mayoría de los asistentes. Lo último fue la exposición de ruegos y preguntas. En esta primera asamblea encontramos posturas contrapuestas y opiniones diversas, lo que refleja una Asociación viva, apasionada y que, a pesar de no pensar todos lo mismo, puede caminar hacia la difusión y defensa del Románico.     

La segunda asamblea sirvió para la presentación de los miembros de la nueva Junta directiva y de las misiones que cada uno de ellos va a llevar. La próxima asamblea revisará el camino llevado y los objetivos conseguidos.      

El domingo 29 nos concentramos, aquellos que decidimos continuar con las actividades propuestas, en el Monasterio de Yuso. La visita guia nos llevó por algunas partes del mismo. Nos acercamos a las excavaciones del templo románico anterior al actual y a la contemplación, con explicación incluida, de las arcas de San Millán y San Felices, cuyos marfiles tiene la belleza del trabajo minucioso y de la expresión románica. Posteriormente yen pequeños grupos, visitamos el Monasterio de Suso, ejemplo de edificio que refleja la vida monástica en varias épocas, desde la vida en cuevas del ermitaño hasta la construcción de un edificio más amplio en estilo mozárabe y románico. Una fina lluvia caía, algo de granizo, lo que completó una imagen de gran belleza.

Para concluir estas jornadas, que tenían las asambleas como momento central, comimos en la bodega de David Moreno, previa visita a la misma dirigida por una de las hijas. Fue agradable la charla distendida y la buena comida.

Nos fuimos despidiendo y cada uno partió hacia su lugar de origen. Con deseos de volver a encontrarnos y de seguir experimentando esta pasión que da el Románico.      

Es digno de elogio el esfuerzo y dedicación en la organización de estas jornadas por parte de Luis David Gago, Jesús Senosiain y su mujer Mila. Para ellos nuestro más sincero agradecimiento.